La decisión del gobierno nacional de modificar el dragado de la Hidrovía en el tramo que va desde el puerto de Timbúes hacia el norte ha desatado un conflicto sin precedentes entre la provincia de Santa Fe y el Ejecutivo central. Según representantes de las entidades productivas de la provincia, que debatieron el tema en la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF), esta medida fue percibida como una imposición del centralismo porteño.
El conflicto se originó tras el anuncio oficial de la semana pasada, en el cual el gobierno nacional confirmó que el contrato con la Administración General de Puertos (AGP) no incluirá el dragado a 25 pies en el tramo que va desde Timbúes hasta Santa Fe.
Preocupación provincial y primeras reacciones
Las reacciones desde Santa Fe no se hicieron esperar. Renata Ghilotti, secretaria de Transporte de la provincia, expresó su inquietud: "Esta situación nos preocupa y nos pone en alerta. Solicitamos una reunión con el gobierno nacional para que nos expliquen las razones, ya que esta decisión limita las operaciones del último puerto habilitado para barcos de gran porte". Ghilotti enfatizó que esta medida impactará negativamente en el crecimiento planificado para el centro y norte de la provincia.
La funcionaria recordó la importancia estratégica de la provincia en el uso de la Hidrovía: "Santa Fe tiene una voz prioritaria por ser una de las provincias con mayor extensión de la Hidrovía. Es fundamental para el crecimiento de las exportaciones. Limitar a la provincia y a toda la región va en contra de ese desarrollo. Nuevamente, la Nación toma decisiones desde un enfoque centralista, sin tener en cuenta la realidad del interior productivo".
Posturas más duras
El ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, Gustavo Puccini, fue aún más contundente en sus declaraciones: "Reducir el dragado de la Hidrovía es como si el Estado decidiera explotar solo la mitad de Vaca Muerta", afirmó.
El origen de la polémica
El conflicto comenzó el jueves pasado cuando la Secretaría de Transporte de la Nación, a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, anunció una modificación en el contrato con la Administración General de Puertos (AGP) para la concesión de la Vía Navegable Troncal. El objetivo, según el comunicado oficial, era crear un marco más flexible y acorde a las necesidades actuales de gestión de la principal vía de comercio exterior del país. Se destacó la intención de reducir la burocracia y avanzar en la modernización tecnológica para mejorar la señalización, planificación y trabajos de dragado y redragado.
En el comunicado se informó que la nueva disposición tuvo en cuenta las demandas del sector agroexportador del Gran Rosario y extendió el dragado hasta el kilómetro 470, incluyendo las terminales portuarias de Timbúes, que anteriormente estaban en desventaja.
Ajustes en la profundidad del calado
El cambio más polémico fue la decisión de ajustar el calado en el tramo entre Timbúes y Santa Fe a su profundidad natural, justificado por el gobierno como una medida para optimizar el gasto público, basándose en los registros de tráfico de los últimos años. Asimismo, se incluyó la rada La Plata en la sección 1.2, con el objetivo de asegurar igualdad de condiciones para los puertos del Río de la Plata.
Este ajuste en el dragado ha generado una fuerte preocupación en la provincia de Santa Fe, que teme un impacto negativo en su competitividad y desarrollo económico en relación con las exportaciones.