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24 de abril de 2025

Adiós a la carne estadounidense en China

Restaurantes de Beijing reemplazan la carne de EE.UU. por opciones más accesibles debido a la guerra comercial.

La icónica barbacoa al estilo sureño de Home Plate BBQ, un restaurante estadounidense en Beijing, está cambiando de sabor. La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha elevado los aranceles a niveles insostenibles, lo que obliga a este y otros locales gastronómicos a reformular sus menús.

Hasta hace poco, la carne vacuna que servían provenía exclusivamente de Estados Unidos, pero ahora el restaurante se abastece principalmente de Australia. Cada mes, utilizan entre 7 y 8 toneladas de carne, y en pocas semanas, cuando se acaben las últimas reservas de carne estadounidense, solo ofrecerán productos australianos.

“Los aranceles lo hicieron imposible. No tuvimos opción”, explicó Charles de Pellette, director de operaciones de Home Plate. Los impuestos de represalia impuestos por Beijing ascienden al 125%, sumándose a un 22% preexistente, lo que disparó los costos y llevó a muchos restaurantes a buscar alternativas.

Este fenómeno no se limita a la carne vacuna. Las costillas de cerdo, que antes provenían de Estados Unidos, ahora llegan desde Canadá. Un proveedor de carne en Beijing, que prefirió mantenerse en el anonimato, confirmó que este cambio se está replicando en toda la ciudad, incluso en locales especializados en productos estadounidenses.

El alza en los precios de la carne ya era un problema antes de la guerra comercial, impulsada por una reducción en la oferta tras años de sequía en Estados Unidos. En el último año, el valor de la carne se incrementó casi un 50%, y con los aranceles adicionales, los costos se duplicaron en comparación con el año anterior.

Australia ha aprovechado la oportunidad y está llenando el vacío con carne hasta un 40% más económica. En Home Plate, los comensales ya pueden degustar cortes ahumados inspirados en la tradición texana, pero con origen australiano. “Probamos la carne durante meses y la respuesta fue excelente. Nuestros clientes están muy satisfechos”, concluyó de Pellette.

Este giro en la gastronomía de Beijing es solo una muestra de las consecuencias económicas de la guerra comercial, donde los hábitos de consumo y la oferta de productos se transforman para adaptarse a una nueva realidad.

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