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26 de noviembre de 2025

Brasil acelera envíos y apunta a dominar la cuota de carne en EE.UU.

La eliminación del arancel que frenaba a los frigoríficos brasileños reordenó por completo el mercado. Mientras los grandes exportadores ya embarcan para llegar a tiempo a la cuota anual, operadores de la región quedan en desventaja ante un escenario de fuerte competencia y escasa oferta global.

El mercado estadounidense de carne vacuna entró en una semana atípica por el feriado de Acción de Gracias, pero esa pausa comercial no impidió que Brasil retomara con fuerza sus operaciones. La reciente eliminación de la sobretasa del 40% sobre la carne brasileña cambió el tablero y disparó una ola de negocios que los exportadores buscan colocar dentro de la cuota de 52.000 toneladas libres de arancel para terceros países.

Los frigoríficos brasileños aprovecharon la noticia y cerraron ventas para embarcar en los primeros días de diciembre, con el objetivo de llegar en la primera quincena de enero. Las operaciones pactadas fijan valores de US$ 7.800 por tonelada para cortes 95 CL y de US$ 7.600 para el 90 CL, ambos bajo la modalidad CFR. Fuentes del sector confirmaron que los grandes grupos —JBS, Minerva y MBRF— ya tienen un volumen significativo en tránsito o listo para ingresar dentro del cupo, tal como sucedió el año pasado, cuando la cuota se agotó en apenas tres semanas.

Esta aceleración dejó a otros orígenes con menos margen de maniobra. En Paraguay, los exportadores reconocen que hoy se encuentran en una “desventaja logística” difícil de revertir. Estados Unidos está respondiendo con demoras y el tiempo disponible para ingresar dentro de la cuota 2026 es cada vez menor.

Antes del anuncio que benefició a Brasil, muchos proveedores habían cerrado ventas anticipadas, especialmente desde Australia. La eliminación del arancel del 10% para todos los orígenes había impulsado negocios a valores entre 4% y 8% por encima de los niveles previos, con entregas previstas para enero y febrero. Sin embargo, la mejora en las condiciones para Brasil paralizó de inmediato esta corriente comercial.

Los operadores coinciden en que la decisión estadounidense sorprendió al mercado. Aunque existía la percepción de que en algún momento la medida sería flexibilizada, nadie esperaba un cambio tan abrupto. Más allá de las cuestiones políticas, los traders remarcan que el verdadero problema continúa siendo estructural: falta oferta. Este año no ingresó el habitual flujo de más de un millón de cabezas provenientes de México hacia los feedlots estadounidenses, un faltante que presiona sobre los precios y que no se corrige con una simple baja arancelaria. “No van a aparecer millones de terneros de un día para otro”, sintetizó un operador.

El impacto también alcanza a la estructura financiera de los importadores. La eliminación de los aranceles del 10% y 40% liberó capital de trabajo, redujo las garantías exigidas y mejoró el flujo operativo. Esa nueva disponibilidad podría generar un movimiento adicional: nacionalizar de inmediato la carne que estaba almacenada para enero y utilizar ese capital para cargar nuevos embarques antes de que finalice la ventana de cuota.

Algunas empresas ya evalúan esta estrategia, lo que podría derivar en un incremento notable de los envíos brasileños hacia Estados Unidos en las próximas semanas. En un mercado con poca oferta y alta competencia, cada hora cuenta y Brasil decidió no perder ninguna.

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