26 de diciembre de 2025
Golpe a la carne estadounidense

Las ventas externas de carne vacuna de Estados Unidos tocaron en septiembre el nivel más bajo en cinco años, presionadas por la salida de China y una menor demanda en Asia.
Las exportaciones de carne de res de Estados Unidos atravesaron en septiembre uno de sus momentos más delicados de los últimos años. Los envíos al exterior cayeron con fuerza y marcaron el volumen mensual más bajo desde 2020, en un contexto de menor demanda internacional y cambios en los principales destinos comerciales.
De acuerdo con datos de la Federación de Exportadores de Carne de Estados Unidos (USMEF), el país exportó en septiembre apenas 80.835 toneladas de carne vacuna. Ese volumen representó una caída interanual del 22% y confirmó un retroceso que no se observaba desde hace cinco años.
El comercio exterior se vio fuertemente condicionado por la virtual paralización de los embarques hacia China. El mercado chino, que en otros períodos fue clave para la carne estadounidense, prácticamente dejó de traccionar las ventas y generó un impacto directo en el balance mensual.
La retracción también alcanzó a otros destinos asiáticos. Los compradores de la región redujeron su demanda y profundizaron la caída de los envíos, lo que limitó las alternativas comerciales para la industria exportadora norteamericana.
En términos de valor, el escenario mostró la misma tendencia negativa. Las exportaciones totalizaron USD 660,9 millones, con una baja del 22% respecto de septiembre del año pasado. Ese monto se ubicó como el más bajo desde febrero de 2021 y reflejó tanto menores volúmenes como un contexto de precios menos favorables.
El desempeño acumulado del año también dejó señales de alerta. Entre enero y septiembre, Estados Unidos exportó 856.023 toneladas de carne vacuna, lo que implicó una reducción del 11% en comparación con el mismo período del año anterior. En valor, el ingreso total fue un 10% inferior.
Este escenario confirma que el negocio exportador de carne vacuna enfrenta un año complejo. La dependencia de algunos mercados clave y la menor dinámica del comercio asiático obligan a la industria estadounidense a replantear estrategias en un contexto global cada vez más competitivo.
Mientras tanto, el mercado internacional observa con atención estos movimientos. La caída de Estados Unidos como proveedor puede abrir oportunidades para otros países exportadores, en un tablero donde la demanda sigue siendo exigente y selectiva.
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