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8 de agosto de 2024

Mirando al horizonte: Proyección de la producción de terneros destetados para el año 2025 y sus posibles consecuencias para el mercado

El INTA Cuenca del Salado reveló que el porcentaje de preñez de esta campaña cerró 4,5 puntos por encima del anterior, gracias a las lluvias caídas durante el servicio. Si bien el stock de vacas tuvo una merma interanual del 3,8%, la mayor concepción llevará a una suba del 1,5% en la cantidad de terneros del próximo año. Fuente Valor Carne

Desde 2018, el INTA Cuenca del Salado lleva adelante un relevamiento de eficiencia reproductiva en campos de la zona, liderado por el MV Federico Plorutti con la colaboración de medio centenar de veterinarios privados. Este año se monitorearon 279.511 vacas en servicio de 30 partidos, que significan el 10,7% del total de la categoría, registrándose una preñez promedio de 86,9%, con un máximo de 95,9% en Tandil y un mínimo de 81,9% en Tapalqué.

A continuación, se muestra la evolución del porcentaje de preñez en los últimos siete años. En 2024 se registró un aumento de 4,5 puntos con respecto al año anterior y de 0,4 puntos en comparación al promedio de la serie (86,5%).

¿Qué pasó? El incremento de las precipitaciones a finales del 2023 y principios del 2024 permitió revertir el bajo estado corporal de las vacas registrado a comienzos del servicio y alcanzar índices de preñez aceptables.

Seguidamente se muestra la evolución del stock de vacas en los 23 partidos de la Cuenca del Salado durante los últimos 12 años (al 31 de diciembre), según SENASA.

Más allá de la fuerte variación interanual, se observa una caída del stock de vientres en los últimos 5 años: de 2.712.627 en 2022 a 2.609.848 en 2023. Por lo tanto, durante el último servicio hubo 102.779 vacas menos. Por último, el informe del INTA presenta el stock de terneros al 31 de diciembre de cada año, según SENASA, y el cálculo del número a lograr al 31 de diciembre de 2024.

Esta estimación se realizó en base al número de vientres en stock y al porcentaje de preñez registrado en el monitoreo del INTA, considerando un porcentaje de pérdidas de ternero posterior al tacto del 11,9%.

A pesar de la reducción en el stock de vientres, se estima una producción de terneros levemente superior (1,5%) a 2023, debido al incremento en el índice de preñez.

En síntesis, los técnicos señalaron que las buenas precipitaciones que se registraron durante el servicio tuvieron un claro impacto positivo sobre el estado corporal de la hacienda logrando índices de preñez aceptables. 

 

El estado corporal, clave 

El MV Sebastián Maresca del INTA Cuenca del Salado, destacó que el porcentaje de preñez es muy variable en función del clima. “Los sistemas de cría son altamente vulnerables al régimen de lluvias al principio de la primavera. Más del 50% de las vacas de nuestros rodeos llegan con bajo estado corporal al parto (julio y agosto) por falta de reservas forrajeras, y el resultado de la preñez termina dependiendo de que la vaca gane peso durante el servicio”, advirtió.

Sin embargo, “con vacas en buena condición al parto se logra mayor estabilidad en los índices de preñez independientemente de cómo viene el clima”.

El especialista confirmó que en años en que las lluvias llegan tarde se pueden lograr buenas preñeces finales, pero los resultados no son los mismos. “Si entramos al servicio con bajo estado corporal, la concepción se retrasa y esto tiene consecuencias en la cantidad de kilos que destetamos. Una vaca que se preña un mes más tarde nos dará un ternero que pesará entre 20 y 25 kg menos al destete”, subrayó. En cuanto a las mermas desde el tacto al destete, también hay un margen de mejora interesante, a partir del 11,9% promedio de la zona. “Vemos que en establecimientos con seguimiento veterinario y que utilizan un calendario sanitario básico se logran reducir y estabilizar esos parámetros”, aseveró.

Finalmente, Maresca se refirió a la situación del stock de vientres. En tal sentido, el porcentaje de vaquillonas sobre el total de vacas de 2023 fue del 31,7%, muy similar al promedio de los últimos 12 años. “Y no observamos intenciones de retener mayor cantidad de hembras”, señaló.

“Sin duda hay margen para incrementar el stock de vacas. Pero en las condiciones actuales lo más importante es mejorar los índices reproductivos, principalmente el porcentaje de preñez, aprovechando bien el pasto y haciendo más reservas” concluyó.

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