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24 de septiembre de 2024

Preocupación por un escenario con presiones bajistas para la harina de soja.

El liderazgo de Argentina en las exportaciones mundiales de harina de soja podría enfrentar un escenario desafiante ante el aumento de la oferta, debido a una mayor producción esperada por parte de Estados Unidos.

Además, el consumo mundial se incrementaría en menor medida que la producción. A nivel internacional, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en su último informe correspondiente al mes de septiembre, proyectó un valor récord para la producción de harina de soja de 272 millones de toneladas para la campaña 2024/25. Este incremento estaría explicado en mayor parte por el aumento en la producción estadounidense (6%) y argentina (13%), respecto al ciclo anterior.

Por su parte, el consumo mundial se incrementaría en menor medida que la producción, generando un exceso de oferta en el mercado global que provocaría presiones bajistas sobre el precio.

Según un reciente reporte emitido por la Bolsa de Cereales de Córdoba, este escenario impactaría sobre la economía argentina, dado que la harina de soja es el principal producto exportable del país, y, en consecuencia, el principal generador de divisas, con una participación promedio del 14% en el total de los ingresos generados por las exportaciones en los últimos diez años.

Si consideramos el primer semestre del 2024, el 55% del total de las exportaciones argentinas estuvieron explicadas por la harina de soja (14%), maíz en grano (10%), aceite de petróleo (7%), aceite de soja (6%), vehículos automóviles para transporte de mercancías (5%), trigo en grano (4%), porotos de soja (3%), oro para uso no monetario (3%) y carne bovina (2%), mientras que, el resto de otros productos, componen el total, precisó la Bccba.

Biodiesel HVO: un nuevo desafío para Argentina.

El desarrollo del aceite vegetal hidrotratado (HVO) o también llamado diésel renovable en los Estados Unidos, indirectamente amenazaría al principal producto exportable argentino. Esta manufactura no necesita ser mezclado con un combustible y, por lo tanto, genera menor cantidad gases de efecto invernadero (GEI) que el combustible fósil.

En la producción estadounidense de HVO los principales insumos utilizados son el aceite de soja, el aceite de cocina usado (ACU), y sebos no comestibles. El primer insumo se obtiene de la industria interna, mientras que el ACU se importa principalmente desde China. Así, el crushing estadounidense sería record dado el crecimiento en la producción de HVO lo que implicaría una mayor producción de harina de soja, generando excesos en el mercado internacional.

La particularidad de este biocombustible es que, a diferencia del biodiesel que puede ser mezclado con gasoil hasta determinado porcentaje, el HVO se puede utilizar como reemplazo directo debido a que cumple con especificaciones de calidad similares a las del diésel.

Este sector está en auge Estados Unidos dado el apoyo de políticas públicas a través de los subsidios llamados RIN (Renewable Identification Numbers) destinados a hacer competitivo el precio de venta, con el objetivo de disminuir las emisiones de carbono.

Según EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos), la combustión de combustibles fósiles como la gasolina y el diésel para transportar personas y mercancías fue la fuente de emisiones de dióxido de carbono más grande en el año 2017, aproximadamente el 34% del total.

Implicancias para Argentina.

La principal incertidumbre radica en que, si se utiliza aceite de soja como insumo para producir HVO, el subproducto de ese proceso será la harina de soja. Así, Estados Unidos, que es quien lleva la delantera en la generación de este biocombustible, tendrá un exceso de harina que al colocarla en el mercado mundial podría generar un impacto negativo en el precio de este producto. Como se mencionó con anterioridad, esta manufactura es la principal exportada por Argentina, con un 14% de participación en el total. 

Otro aspecto interesante es que, desde el USDA no se proyectan incrementos en las importaciones de aceite de soja del país. No obstante, en los primeros ocho meses del 2024, Argentina le ha exportado a Estados Unidos en concepto de aceite de soja USD 39 millones, siendo que, la última exportación de este producto al país estadounidense se había realizado en el año 2018. Dado el incremento en la proyección de harina de soja estadounidense se pondría en peligro el principal ingreso de la economía argentina.

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