Las precipitaciones de los últimos días han cambiado el panorama agrícola en zonas críticas, revitalizando los cultivos y mejorando las expectativas de cosecha. La Bolsa de Comercio de Rosario destaca el impacto positivo en la región núcleo y áreas productivas clave.

Las lluvias recientes han marcado un punto de inflexión en la evolución de la campaña agrícola, especialmente en aquellas áreas que enfrentaban un déficit hídrico severo. En el centro de Buenos Aires, por ejemplo, las acumulaciones de agua han superado los 100 milímetros en algunas localidades, generando un alivio significativo para los productores.

Si bien las precipitaciones no se han distribuido de manera uniforme, el saldo general es alentador. Se trata de tormentas aisladas que persistirán hasta el viernes, favoreciendo distintas zonas de la región pampeana. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), este fenómeno consolida la recuperación de los cultivos en la región núcleo, pero también beneficia a áreas productivas de Buenos Aires, Córdoba y, en menor medida, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos.

En la región núcleo, las mediciones reflejan acumulaciones relevantes: Baradero registró 70 mm, Chacabuco 58 mm y Junín 52,4 mm. En el centro-oeste bonaerense, las precipitaciones superaron los 100 mm en Trenque Lauquen y Pehuajó, mientras que en Saladillo se alcanzaron los 90 mm.

El consultor de GEA/BCR, Alfredo Elorriaga, subraya que este evento climático responde a la combinación de una circulación cálida y seca con un aporte de humedad proveniente del norte, lo que ha favorecido la continuidad de las lluvias. En Rosario, se espera que las precipitaciones más intensas se registren a partir del martes, aunque sin un descenso abrupto de temperaturas, como solía ocurrir tras el ingreso de frentes fríos. En este contexto, se prevé una leve disminución del calor debido a la persistente inestabilidad atmosférica.

Cristian Russo, Jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR, enfatiza que estas lluvias no solo consolidan la recuperación de los cultivos en la región núcleo, sino que también resultan cruciales para otras áreas de la región pampeana, como Buenos Aires y Córdoba.

Un escenario más optimista

El reporte más reciente de la BCR revela que las lluvias de las últimas tres semanas han sido determinantes para la recomposición de la soja en la región núcleo. Un mes atrás, la situación era alarmante, con pérdidas críticas que afectaban más del 50% de los cultivos en el noreste de Buenos Aires. Sin embargo, el panorama ha cambiado de manera sustancial: los rendimientos se han estabilizado y las pérdidas se han reducido considerablemente.

Las lluvias han proporcionado un piso para la soja de la región, estableciendo un rendimiento estimado de 14 quintales por hectárea para la soja de segunda y de 25 quintales por hectárea para la de primera. Las precipitaciones pronosticadas para la próxima semana continuarán siendo esenciales para afianzar la recuperación del rinde de la oleaginosa, reforzando así el optimismo en el sector agropecuario.