28 de agosto de 2025
Las lluvias ayudan a la aplicación de fertilizantes.

Según un informe del Gobierno, en el primer semestre la demanda de fertilizantes aumentó en 12.500 toneladas, fundamentalmente impulsada por la siembra de trigo.
El maíz con buena humedad para la siembra temprana también estimula la nutrición. Una serie de informes tanto oficiales como privados conocidos en los últimos días alimentan las expectativas de una gran campaña agrícola 2025/26, sobre todo porque revelan una aparente intención de los productores de aumentar la inversión en fertilizantes, con el objetivo de logar mayores rendimientos por hectárea y también una buena calidad de los granos.
En primer término, este jueves la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagyp) afirmó que en el primer semestre la demanda de fertilizantes se incrementó en 12.500 toneladas respecto al mismo período del año pasado, “impulsado por la campaña de trigo, que al momento presenta un área sembrada de 6,6 millones de hectáreas puntualizó.
Estos datos, precisó la Sagyp, fueron proporcionados por la Dirección Nacional de Agricultura (DNA), el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA).
Además, dentro del conjunto de los fertilizantes fosfatados se encuentra la roca fosfórica, materia prima básica para la elaboración de mezclas a partir de ese nutriente. Varias de esas mezclas se elaboran en el país, como el Super Fosfato Triple (SPT). Y este producto también mostró un incremento del 21,2% respecto al 2024, con 23.300 toneladas. De acuerdo con la información de la DNA, en las últimas semanas se están realizando fertilizaciones en varias delegaciones de la zona triguera, aprovechando las lluvias ocurridas, que otorgan buena humedad.
En este marco, el último Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también hizo referencia a las buenas condiciones que se están dando para avanzar en una mayor nutrición de los cultivos. El trigo refleja una mejora significativa de humedad disponible en un momento crucial para las labores de refertilización, fundamentalmente en regiones clave en el aporte al volumen de producción.
Y si bien destacó que hay regiones, como el centro de Buenos Aires, donde los excesos complican la producción, afirmó que se espera que, de mediar buenas condiciones climáticas, la situación tienda a normalizarse en el corto plazo, permitiendo no solo avanzar con las labores mencionadas, sino con una eficiente asimilación de nutrientes.
EL MAÍZ APUNTA ALTO, CON MÁS FERTILIZANTES.
Pero no solo es el trigo el que alimenta estas expectativas: en su informe semanal para la zona núcleo del viernes pasado, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) planteó un panorama también auspicioso para el maíz de siembra temprana y la intención de aplicar fertilizantes para sacarle la mayor productividad posible, aprovechando la buena oferta de humedad.
Pole position para el maíz: en dos semanas arranca la siembra con el mejor escenario de los últimos cinco años y expectativas de superar los 100 qq/ha, se titula el reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, en el que aseguró que se están aplicando fertilizantes apuntando a superar los 120 qq/ha.
Con el mejor escenario hídrico desde el 2020, perfiles cargados y recuperación de napas, las siembras tempranas serán protagonistas, arrancando desde la primera posición en la parrilla de largada de la gruesa 2025/26. Tras varios años de sequía, el maíz temprano es el gran candidato para quedarse con el campeonato de la gruesa 2025/26” en la zona núcleo, de acuerdo con la GEA.
La comparación con la Fórmula 1 fue hecha por ingenieros agrónomos de Camilo Aldao, quienes recordaron que en las últimas campañas, el maíz temprano venía arrancando la siembra en último lugar o desde boxes, con pocas chances productivas, sin reservas de agua y malos pronósticos. Sin napas y con los perfiles secos, 20 días de estrés termohídrico en una etapa sensible te mandaban a la banquina y chau cosecha. Eso fue lo que llevó a que las siembras tardías ganaran mucho más protagonismo en esta región, hasta que llegó la chicharrita del maíz y obligó a volver a pensar en implantaciones tempranas, que este año serán posibles por una oferta abundante de humedad.
Para la entidad rosarina, las imágenes de las reservas de agua para el primer metro del suelo son evidentes: hace cinco años que región núcleo no arrancaba una campaña gruesa con buenos perfiles. Desde el 2020 no se veían a los perfiles tan cargados de agua como ahora.
Entre las campañas 2020/21 y 2022/23, sufrió la tristemente famosa triple “Niña”. Los suelos quedaron vacíos, incluso en niveles profundos por una sequía sistemática. Luego, tras las dos últimas campañas de lluvias erráticas, y saliendo de una última “Niña” más, en este 2025 se empezaron a recuperar los niveles de humedad desde marzo. A partir de allí, se dio vuelta el rumbo del clima, y se observa un cambio rotundo: lluvias históricas en mayo, lluvias récords en julio y casi récords en agosto. De este modo, no sólo las últimas lluvias terminaron de cargar los perfiles en el primer metro, sino también las napas, que venían levantando de a poco, recibieron un gran empujón en los últimos dos meses.
El agua subterránea es fundamental para amortiguar 15 a 20 días de calor y falta de agua, más aún en un cultivo con etapas tan sensibles a estrés como es el maíz recordó la GEA.
De esta manera, el maíz temprano volverá a ser protagonista: antes del 2020, solía ocupar el 92% del área total sembrada, pero luego, con repetidas primaveras frías y secas, cayó hasta apenas el 30% en la campaña de la gran sequía, la 2022/23.
El año pasado se recuperaron tras el temor que generó la chicharrita (88%), pero este año no es el temor sino el entusiasmo lo que tracciona que la proporción del temprano que se espera sea del 90% sobre el total sembrado.
Una serie de informes tanto oficiales como privados conocidos en los últimos días alimentan las expectativas de una gran campaña agrícola 2025/26, sobre todo porque revelan una aparente intención de los productores de aumentar la inversión en fertilizantes, con el objetivo de logar mayores rendimientos por hectárea y también una buena calidad de los granos.
En primer término, este jueves la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagyp) afirmó que en el primer semestre la demanda de fertilizantes se incrementó en 12.500 toneladas respecto al mismo período del año pasado, impulsado por la campaña de trigo, que al momento presenta un área sembrada de 6,6 millones de hectáreas puntualizó.
Estos datos, precisó la Sagyp, fueron proporcionados por la Dirección Nacional de Agricultura (DNA), el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA).
En el mismo sentido, la importación de fertilizantes registró un incremento, ya que a junio de este año se importaron 770 mil toneladas de fertilizantes nitrogenados, fosfatados y de otros nutrientes y mezclas. Esta cifra representa un aumento del 17,5% respecto al mismo período del año 2024.
Además, dentro del conjunto de los fertilizantes fosfatados se encuentra la roca fosfórica, materia prima básica para la elaboración de mezclas a partir de ese nutriente. Varias de esas mezclas se elaboran en el país, como el Super Fosfato Triple (SPT). Y este producto también mostró un incremento del 21,2% respecto al 2024 con 23.300 toneladas. De acuerdo con la información de la DNA, en las últimas semanas se están realizando fertilizaciones en varias delegaciones de la zona triguera aprovechando las lluvias ocurridas, que otorgan buena humedad.
De esta manera, se prevé que el incremento en la demanda de fertilizantes para la cosecha gruesa alcance el 8% hacia el final de 2025, ahondó la Sagyp. En este marco el último Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también hizo referencia a las buenas condiciones que se están dando para avanzar en una mayor nutrición de los cultivos. El trigo refleja una mejora significativa de humedad disponible en un momento crucial para las labores de refertilización, fundamentalmente en regiones clave en el aporte al volumen de producción.
Y si bien destacó que hay regiones, como el centro de Buenos Aires, donde los excesos complican la producción, afirmó que se espera que, de mediar buenas condiciones climáticas, la situación tienda a normalizarse en el corto plazo, permitiendo no solo avanzar con las labores mencionadas, sino con una eficiente asimilación de nutrientes.
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