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31 de octubre de 2025

Indicadores clave de la reproducción, bajo estrés calórico.

El XVII Encuentro del Club Tambero convocó a Rodolfo Murray, médico veterinario y asesor privado, quien conversó sobre la toma de decisiones en esta época estival.

En este XVII encuentro del Club, Miguel Taverna, quien intervino como coordinador, introdujo a la problemática del estrés calórico en vacas lecheras y compartió un cuadro para referenciar los tópicos relacionados al tema, al tiempo que recalcó que no es uno o dos de estos puntos los que se deben seleccionar sino que son TODOS muy necesarios para enfrentar una amenaza que se muestra durante más de un semestre.

El médico veterinario Rodolfo Murray es asesor y es auditor, pero por sobre todas las cosas es un hombre de acción, lo que comparte es fruto de un sistemático trabajo en tambos en varios países del Cono Sur y lleva estadísticas de las intervenciones que realiza, que en muchos casos abarca poblaciones de más de 10 mil individuos.

El estrés calórico en el pre parto.

En el preparto comienza el trabajo de combate al estrés calórico y un elemento determinante en esta etapa es la dieta. Para ello se debe conocer cuán fibrosa es la composición de nuestra alimentación. Para ello se zarandea la dieta y se puede observar la presencia de fibras y su tamaño. Y, como en cada etapa, no se debe perder de vista el análisis de los estados corporales, y para aguzar la mirada, Murray aconseja entrenar al personal para dirimir en cada etapa el estado corporal de los individuos. Con las tiras podemos analizar el pH urinario y el análisis de la composición de la materia fecal es todo el seguimiento de alimentación antiestrés en una vaca pre parto.

La inmunidad, la clave del post parto.

En el posparto se necesita que la vaca tenga una inmunidad alta y el camino es la auto inmunoterapia y con ello se produce un incremento en la capacidad inmunológica de la vaca. El proceso es sencillo: se saca sangre y se la vuelve a ingresar y el organismo animal la recepta como si se tratara de un componente extraño y con ello se acrecienta su capacidad de resistencia inmune. Esto tiene un costo bajísimo, solo la jeringa, y nos induce una fortaleza que la vamos a necesitar para enfrentar patogenias.

¿Por qué pensar en esto? Porque en el estrés térmico se produce una inmunosupresión.

La recomendación es tomar las vacas en el preparto y realizarles el procedimiento de auto inmunoterapia. Se incuba sangre con anticoagulante con unas levaduras y se mide la capacidad fagocítica que tienen esas levaduras. En el sistema inmunitario de un organismo multicelular, la fagocitosis es un mecanismo importante que se utiliza para eliminar patógenos y desechos celulares”, señaló Murray. La fagocitosis es uno de los principales mecanismos de la defensa inmunitaria innata. Es uno de los primeros procesos que responde a la infección y también es una de las ramas iniciadoras de una respuesta inmunitaria adaptativa. Acertamos al pensar que ese plantel de vacas no tenía inmunidad suficiente e iban a salir al posparto con enfermedades uterinas, y los registros que obtuvimos fueron muy satisfactorios.

El estrés en la etapa productiva.

Las altas temperaturas son una amenaza pero lo son más aun cuando la diferencia entre las máximas y las mínimas temperaturas están cerca, pues los animales no alcanzan a reponerse de los registros tórridos cuando por las noches y la madrugada la escala siguió alta.

Tenemos que ir a una alimentación calórica pero haciendo base en concentrados y menos fibra pues la fibra genera mayor fermentación en el interior del rumen y un mayor calor endógeno y el mayor consumo de proteínas y pasa menos proteína al intestino delgado y con ello se impacta todo el sistema productivo.

En la etapa productiva hay que pensar de un año a otro para corregir. Al año siguiente debo tener la mayoría de las vacas a parir en esos 180 días, y para ello se deben acumular los partos para el trimestre julio/setiembre para pasar el período estival. La otra cosa que se puede hacer es concentrar la parición de vacas jóvenes en esa ventana úes las vaquillas pueden enfrentar mejor el estrés calórico que las vacas en segundo o tercer parto.

Rodolfo Murray comparte unos registros económicos del manejo que propone y señala que si se puede ampliar de 30 al 40% de un rodeo de 200 vacas a los 180 días propuestos se obtiene un litro de leche/día adicional por vaca. Con ello, se agrega una utilidad extra de $111.264. De allí la importancia de sumar más vacas en la ventana de los 180 días propuestos.

Tengamos en cuenta además que la temperatura del útero puede alterar las condiciones para conseguir la preñez. En Paraguay vimos que cuando la diferencia térmica era importante, las vacas se recuperan en las horas de baja temperatura pero si la diferencia entre una máxima temperatura alta y una mínima alta, y con mucha humedad, el problema se agudiza. El organismo de una vaca lechera trata de mantener el equilibrio de la temperatura corporal en torno a los 38,5° centígrados y este esfuerzo lo logra equilibrar si le da condiciones para que su temperatura no se dispare.

El investigador comparte una interesante diapositiva que muestra un tambo donde el aire fresco se desplaza a través de un tubo, asignando placidez a unos terneros, en momentos de una temperatura ambiente muy alta.

Encontrar el celo en un contexto de temperaturas altas.

Tenemos una buena cantidad de elementos que nos ayudan a detectar el celo pero el desafío es decidir el momento apropiado para la inseminación pero si vemos  que hay tantas estrategias para detectar un momento clave quiere decir que carecemos de una estrategia precisa. Veamos esta interesante relación entre temperaturas y humedad al momento de inseminar. Muchas veces se pone el énfasis en la temperatura ambiente pero la humedad es un elemento determinante: a veces se tiene una temperatura apropiada pero la humedad restringe la perspectiva de lograr una preñez eficiente.

Murray propone medir la temperatura al momento de inseminar. El momento ideal (en naranja) señala que la temperatura corporal debiera estar entre 38,8 y 39,2°c y si la temperatura es más elevada hay que esperar que se reduzca para inseminar. Murray señala que la temperatura baja 0,1°c por hora. Respecto a los horarios ideales de inseminación, Murray compartió un estudio sobre casi 25 mil ejemplares que señala: Entre las 18 y las 7hs se detectó el 61,8 % de los celos, entre las 8 y 12hs se pudo apreciar el 32% de los celos y entre las 12 y 18hs se detectaron el 12,8 de los celos.

 

 

 

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