El sector agropecuario inició el año con el ánimo en baja. Según el Ag Barometer Austral, elaborado por la Universidad Austral, la confianza de los productores cayó un 21,5% en enero respecto a noviembre de 2024, marcando la mayor contracción desde julio de 2019.
El dato más alarmante fue la disminución del 41% en las expectativas de inversión: el 67% de los productores considera que no es un buen momento para destinar recursos a activos fijos como maquinaria, tierras o vehículos.
Esta retracción se explica por la pérdida de rentabilidad, impulsada por menores rendimientos, precios deprimidos y costos en alza. Aunque la baja en las retenciones buscó aliviar la carga fiscal, el impacto fue limitado frente a los desafíos climáticos y las presiones del mercado.
El informe también revela que el 54% de los productores financió sus costos operativos con fondos propios, mientras que solo un 19% accedió a créditos bancarios debido a las elevadas tasas de interés. Además, el 67% considera inviable realizar nuevas inversiones en el contexto actual.
Por otro lado, el 61% de los productores utiliza insumos biológicos, destacando los inoculantes para el tratamiento de semillas (89%) como los más demandados. Los principales motivos son la mejora de los rendimientos (56%) y la búsqueda de prácticas más sustentables (22%).
En el plano financiero, el inicio de 2025 trajo complicaciones para algunas firmas del sector agroindustrial, como Surcos, Los Grobo y Agrofina, que enfrentaron problemas por deudas impagas. Si bien el 79% de los productores asegura que estas dificultades no afectan su actividad, un 14% teme un endurecimiento en las condiciones de financiamiento.
En cuanto a las estrategias comerciales, el 45% de los productores planea acelerar la venta o fijación de precios de la soja, principalmente de la campaña 2023/24 (68%), aunque un 32% ya piensa en anticipar negocios de la próxima cosecha.
En un contexto de alta volatilidad y márgenes ajustados, el agro sigue apostando al largo plazo, aunque con cautela y a la espera de señales más claras que impulsen la inversión y mejoren la rentabilidad.