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22 de diciembre de 2025

La presión fiscal no afloja en el agro

Aunque bajaron las retenciones, más de la mitad de la renta agrícola continúa en manos del Estado y la presión fiscal sigue condicionando las decisiones productivas.

La reducción reciente de las retenciones alivió parcialmente al sector agropecuario, pero no modificó de manera sustancial la carga impositiva total. Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), los impuestos absorben el 56,3% de la renta que se genera por hectárea en el campo.

Desde la entidad explicaron que una menor presión tributaria permite reactivar la dinámica económica. “Con menos impuestos se va destrabando esa rueda en la que estamos todos y eso impulsa el movimiento de la economía”, señaló Antonella Semadeni, economista de FADA. Sin embargo, el informe dejó en claro que, aun con los cambios recientes, el peso fiscal sigue siendo determinante en la rentabilidad del productor.

Antes de llegar a la cosecha, el productor afronta una estructura de costos elevada. La campaña incluye gastos en semillas, fertilizantes, labores, salarios, transporte, seguros y servicios. Una vez comercializados cultivos como soja, maíz, trigo o girasol, el resultado económico se reparte entre el alquiler de la tierra, la utilidad del productor y el pago de impuestos, que se lleva la porción más grande.

El Índice FADA mostró una mejora frente a la medición de septiembre, cuando la participación del Estado en la renta agrícola alcanzaba el 60,9%. En la última evaluación, el indicador reflejó una baja significativa, explicada principalmente por la reducción permanente de los derechos de exportación y por una recuperación en los precios de la soja y el maíz.

Tras la última decisión oficial, las alícuotas de los derechos de exportación quedaron en 24% para la soja, 8,5% para el maíz, 7,5% para el trigo y 4,5% para el girasol. Esta modificación redujo el impacto de los impuestos nacionales, aunque el informe remarcó que la presión tributaria total continúa siendo uno de los principales desafíos para la competitividad del agro argentino.

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